28 febrero, 2021

El Sóviet de Jiangxi: la República Soviética de China (1931-1934).


Mao Zedong lideró la República Popular China desde su fundación el 1 de octubre de 1949 hasta su muerte en septiembre de 1976. El liderazgo del "Gran Timonel", como se hacía llamar, aún es recordado en Pekín a través de su retrato oficial en la Plaza de Tiananmén. Pero antes de la fundación de la República Popular tras la victoria en la guerra civil, un joven Mao llevaría la primera experiencia marxista-leninista a China con el Sóviet de Jiangxi.


I. Una república para los campesinos y trabajadores de China.



Estamos en 1931. La "Era de los Señores de la Guerra" ha finalizado hace tres años y el generalísimo Chiang Kai-shek, líder del Kuomintang (KMT) tras el fallecimiento del doctor Sun Yat-sen y presidente de la China Nacionalista, ha conseguido unificar bajo su autoridad la mayor parte del país. Pero en la localidad de Ruijjin, un municipio situado en la provincia de Jiangxi, al sur de China, el 7 de noviembre de 1931 —coincidiendo con el aniversario de la Revolución de Octubre— los miembros del Partido Comunista de China (PCCh), liderados por Mao Zedong y Zhu De, deciden establecer tras una conferencia con delegados de la Unión Soviética un nuevo estado soberano: la República Soviética de China (RSC).
Un joven Mao fotografiada en 1935.

Esta nueva república soviética pretende ser una alternativa a la República controlado por el Kuomintang, definida como «herramienta del imperialismo, un gobierno de los Señores de la Guerra, burócratas y terratenientes utilizados para oprimir a las masas de trabajadores, campesinos y soldados». Por el contrario, la RSC representa un nuevo «régimen de todos los trabajadores de China, campesinos y soldados del Ejército Rojo y todas las masas trabajadoras». Así, Jiangxi sería el sóviet central donde a su alrededor se organizarían los otros sóviets de China.

Situación del Sóviet de Jiangxi.

El papel de Mao como dirigente de este nuevo estado fue enorme: de un líder político y militar pasó a presidir el Sóviet de Jiangxi. Siguiendo los ideales revolucionarios, la política que adoptó la RSC fue clara: las regulaciones prohibieron específicamente la participación electoral a las familias de terratenientes, campesinos ricos, comerciantes, líderes religiosos y, como no, miembros del Kuomintang. De este modo, la mayoría de la masa electoral fueron campesinos pobres y trabajadores rurales. Con esto el PCCh pretendía servir a los intereses de los más desfavorecidos.


II. La puesta en práctica del socialismo: la "Ley de la Tierra".



Como presidente del Comité Ejecutivo Central, una de las primeras medidas que tomó Mao fue aprobar la "Ley de la Tierra de la República Soviética de China". Esta ley consistía básicamente en confiscar la tierra de los «terratenientes feudales, matones locales y nobleza malvada ('haoshen'), señores de la guerra, burócratas y otros grandes terratenientes particulares, independientemente de si trabajaban ellos mismos las tierras o las alquilaban». Una vez confiscada la tierra, ésta sería redistribuida a los campesinos medios y pobres.

Campesinos chinos y sus familias.

Veamos a continuación unos datos que ilustran la situación de China antes de la aplicación de la ley. Para ello nos fijaremos en el porcentaje de población y posesión de la tierra en el condado de Xingguo. En primer lugar tenemos a los campesinos ricos y medios: los campesinos ricos representaban un 5% de la población del condado, teniendo en sus manos un 30% de las tierras; los campesinos medios representaban el 20% de la población y poseían un 15% de tierras. Pero las cifras más sorprendentes llegan con los terratenientes y los campesinos pobres: los propietarios representaban el 1% de la población, sin embargo tenían en posesión hasta el 50% de las tierras en propiedad; por el contrario, los campesinos pobres estaban formados por el 60% de la población, poseyendo tan sólo un 5% de las tierras. Como observamos la diferencia entre el campesinado más pobre y su posesión de tierras comparado con los terratenientes es abismal.

Fuente: OPPER, Marc: "People's Wars in China,
Malaya, and Vietnam".

El proceso de confiscación y distribución se extendió a lo largo de 1932, año por el cuál una vasta proporción de tierras ya estaba redistribuida, eliminando la propiedad sobre la misma. Ahora la población tenía suficiente comida y tierra para cosechar, o al menos una posición mejor para conseguirlo en un futuro cercano. Pero a pesar de este éxito alcanzado en dos años, el liderazgo del PCCh no estaba satisfecho con el resultado. A su juicio, el objetivo era llevar la revolución socialista a China, no crear una sociedad rural de pequeños campesinos que apreciaban la propiedad privada:

«Mediante propaganda y agitación generalizada, se debe realizar una investigación sobre el estado de clase todos los propietarios y campesinos ricos. Sobre la base de este estatus de clase, la tierra y la propiedad de los terratenientes y campesinos ricos deberían ser confiscadas. Todo esto debería hacerse con la aprobación y la participación de las masas tanto como sea posible. Es aconsejable que todo lo recaudado a través de la confiscación, excepto el efectivo, se asigne a los más pobres entre la masa y en particular a los miembros empobrecidos de las familias de los hombres del Ejército Rojo. Es también aconsejable que la mayor parte de la propiedad se distribuya a las masas de cuyas aldeas se llevaron estas cosas».

Agricultores chinos trabajando en una cooperativa
agrícola.

De este modo, lo que en un principio consistía en la distribución de la propiedad privada terminó en la eliminación de toda propiedad de los terratenientes y de los campesinos ricos, en otras palabras, en la lucha de clases.


III. La RSC contra las cuerdas: el Kuomintang ataca.



Chiang Kai-shek era consciente del peligro que suponía la RSC para la China Nacional: además de milicianos y guerrilleros y señores de la guerra, el Ejército Rojo contaba con alrededor de 140.000 efectivos. Por otro lado, el Generalísimo sabía de la necesidad de unificar todo el país bajo la misma autoridad. Por eso, el Kuomintang lanzaría entre 1931 y 1934 hasta cinco campañas militares con el objetivo de eliminar el Sóviet de Jiangxi.

Estas operaciones militares eran llamadas «campañas de cerco y represión» contra los «bandidos rojos» o «comunistas». En ellas no sólo participaron los soldados del Ejército Nacional Revolucionario (ENR), sino también se sumaron las élites locales, terratenientes, campesinos ricos, capitalistas, vagabundos y, en general, los elementos reaccionarios.

Soldados chinos durante una campaña
de «cerco y represión».

A pesar de que por esas fechas la República de China se encontraba luchando contra el Imperio de Japón por el control de Manchuria y Kwantung y la ciudad de Shanghai, las «campañas de cerco y represión» no fueron algo menor: en su esfuerzo por derrotar al PCCh, el Kuomintang levantó más de catorce mil fortificaciones en la frontera con Jiangxi. Sin embargo, las cuatro primeras campañas fueron un fracaso, en parte debido a la táctica seguida por Mao que consistía en la guerra de guerrillas: «el enemigo avanza, nosotros retrocedemos; los campamentos enemigos, hostigamos; el enemigo se cansa, atacamos; el enemigo se retira, seguimos».

Como digo, tras cuatro campañas que terminaron en fracaso por parte del KMT, para la quinta campaña el presidente Chiang Kai-shek adoptaría una nueva estrategia conocida como «Tres puntos militares, siete puntos políticos» ('sanfen junshi, qifen zhengzhi'). ¿En qué consistía esta nueva estrategia? En resumidas cuentas se podría decir que en fortalecer el control del gobierno local sobre la población civil, organizar todas las actividades con un espíritu militar, asegurar el flujo de gente y sus bienes y reclutar milicias locales. Por último, se llevaría a cabo una enorme campaña de propaganda y educación entre la población civil para mermar los apoyos populares a la RSC.

El Generalísimo Chiang Kai-shek pronunciando
un discurso.

De esta manera, es durante el Quinto Cercamiento (1933-1934) cuando el Kuomintang logra penetrar hacia el interior del Sóviet de Jiangxi, no sin sufrir un alto coste en vidas humanas, ya que muchas veces las líneas de suministro del ejército eran cortadas por los ataques del PCCh. Por su parte, conforme los hombres del Ejército Rojo perecían en el frente, eran reemplazados por milicias locales. Para finales de 1934 la situación era insostenible para la República Soviética.


IV. Hacia una Larga Marcha...



En un último esfuerzo para detener la ofensiva nacionalista, el PCCh instauró el denominado "Terror Rojo" (hongse kongbu) en las zonas bajo control. Estas drásticas medidas, además de acrecentar las deserciones, crearon una violencia generalizada contra los civiles: «¡Mata a los que difunden rumores y crean disturbios! ¡Mata a los que sirvan como espías del enemigo! ¡Mata a los que asesinan y sabotean la revolución! ¡Mata a los que inducen a otros a desertar!».

Mao Zedong, presidente del Comité Ejecutivo
Central de la República Soviética de China.

Los terratenientes y campesinos ricos se vieron obligados a entregar «hasta el último grano de trigo y hasta la última moneda de cobre». No es de extrañar que, ante esta situación, muchos de ellos colaborasen con el KMT cuando éste avanzaba hacia el interior de la RSC. Zhang Wentian, miembro del Partido Comunista, haría la siguiente observación: «la política de aniquilar a los propietarios como una clase explotadora había degenerado en masacre. Cuando decimos que tenemos que eliminar la clase de terratenientes, significa que debemos eliminar la propiedad de la tierra que los convierte en una clase explotadora, no que debamos matar a todos los propietarios».

Conforme avanzaba el KMT eran más los terratenientes que se unían al ENR, mientras que los civiles asistían a los soldados nacionalistas. Para finales de 1934 la situación era insostenible y el Sóviet de Jiangxi había colapsado por completo. Las guarniciones del Ejército Rojo habían sido destruidas y las unidades supervivientes, apenas unos 28.000 de los 140.000 efectivos que contaban al principio, partirían hacia el corazón de China por las montañas emprendiendo una Larga Marcha de más de 12.000 kilómetros a pie.
Mao y el Ejército Popular de Liberación
durante la Larga Marcha.

Con la derrota del Sóviet de Jiangxi y la huida del Partido Comunista de China, se pone fin al primer estado de la historia de China y del continente asiático que llevó a la máxima por primera vez al comunismo.


FUENTES:


-    OPPER, Marc: "People's Wars in China, Malaya, and Vietnam".

-    WOMACK, Brantly: "The Foundations of Mao Zedong's Political Thought, 1917–1935".

-    www.britannica.com

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