El Imperio Latino de Constantinopla.

El 16 de mayo de 1204, en Santa Sofía, Balduino IX de Flandes y VI de Henao es coronado Emperador de Constantinopla. Así comienza la creación del llamado Imperio Latino que sobreviviría 57 años, hasta 1261, cuando la capital es reconquistada por Miguel VIII Paleólogo.

En 1198 el papa Inocencio III convoca una nueva cruzada, la Cuarta, pero carece de una flota para transportar al ejército. En 1201 se llega a un acuerdo con Venecia para transportar a los cruzados a Egipto pero no pueden reunir el dinero acordado.

Llegan a un acuerdo para tomar Zara pero mientras esto sucede llega una carta de Alejo III solicitando la ayuda de los cruzados para recuperar su trono a cambio de abonar la deuda. Zarpan a Constantinopla y en 1203 los cruzados se encuentran ante las murallas de la ciudad.

Mapa de la Cuarta Cruzada donde se muestra
el itinerario seguido por los cruzados
y venecianos.

Comienza el asedio sin mucho éxito. Pero los venecianos logran abrir una brecha y Alejo III huye. Los cruzados atacan la fortaleza de Gálata y rompen la cadena que protege el Cuerno de Oro y penetran dentro. Los cruzados asedian la ciudad por tierra y los venecianos por mar.

En abril de 1204 se decide al asalto final. En un primer asalto son rechazados pero el día 13 abren una brecha en Blanquerna al tiempo que se produce un incendio. Cruzados y venecianos entran en la ciudad y la saquean durante días. Es la primera vez que cae Constantinopla.

Tras la conquista de Constantinopla en 1204 por francos y venecianos durante la Cuarta Cruzada, el Imperio Bizantino queda dividido en varios territorios mediante la «Partitio terrarum imperii Romaniae», firmada el 1 de octubre de ese mismo año.

De este modo surgen los ducados de Atenas, Naxos, Nicea, Filipópolis y Filadelfia; el reino de Tesalónica y el principado de Acaya; todos ellos controlados por nobles franceses y vasallos del Imperio Latino. El caso más curioso fue el de la República de Venecia.

Al dogo Enrico Dandolo le correspondía, literalmente, "un cuarto y media cuarta parte de todo el Imperio romano" («Dominator quartae et dimidiae partis totius Romanius»). ¿Cómo se hizo esto? En la práctica se quedó con la isla de Creta y demás archipiélagos.

Posesiones de la República de Venecia en 1204
tras las conquistas del Dux Enrico Dandolo
en la Cuarta Cruzada.

Tampoco quiero hacer una narración exhaustiva de estos 57 años de historia, pero sí señalar los hechos y sucesos más relevantes de este efímero Imperio para darlos a conocer. Por eso perdonad si hay discontinuidad pero quiero centrarme en algunos acontecimientos concretos.

Como había dicho, el Imperio Bizantino quedó dividido en distintos feudos dominados por nobles franceses católicos vasallos de Constantinopla. Pero... ¿qué pasó con los bizantinos y demás griegos ortodoxos? También se dividieron.

Nacen los sucesores del antiguo Imperio Bizantino: el despotado de Epiro y los imperios de Nicea y Trebisonda. Serán especialmente estos dos últimos los que reclamen el trono de Constantinopla. ¿Por qué?

Partición del Imperio Bizantino en 1204: en tonosnlila y
morado se puede observar el Imperio Latino de Constantinopla
y sus súbditos, el Reino de Tesalónica, el Ducado de Atenas y
el Principado de Acaya; en rojo el Imperio de Nicea y en rosa
el Imperio de Trebisonda; finalmente, en marrón,
el Sultanato selyúcida de Rum.

El Imperio de Nicea estaba controlado por Teodoro Láscaris, casado con Ana Comnena, hija del emperador bizantino Alejo III Ángelo, y por tanto tenía derechos sobre el trono. El otro imperio, el de Trebisonda, por Alejo Mega Comneno, descendiente del emperador Andrónico I Comneno.

Ambos imperios reclamaron ser los sucesores de Constantinopla pero como veremos más adelante serán los nicenos los que tomen la ciudad. Situados latinos y griegos, sólo falta el tercer actor en entrar en escena: el zar Kaloján de Bulgaria. Y será la primera amenaza de Balduino.

Durante el invierno de 1205 los latinos continuaron con la campaña de Bitinia. Pero pronto la presencia de Balduino sería requerida en Adrianápolis. Kaloján había expulsado a la guarnición y tomado la ciudad. El 14 de abril los caballeros francos son derrotados por los búlgaros.

El emperador Balduino I de Constantinopla
y sus caballeros.

El propio Balduino es capturado y más tarde ejecutado. A su muerte le sucede su hermano Enrique, que ya había participado en la Cuarta Cruzada y en las campañas en Asia Menor junto a su hermano. Enrique gobernaría 10 años, desde 1206 hasta 1216.

Estos 10 años estarían caracterizados por las luchas en la frontera norte y sur: contra el zar Kaloján (muerto en 1207) y contra Teodoro Láscaris. En 1208 se enfrenta al zar Boril de Bulgaria en Filipópolis, obteniendo una victoria. Pero Boril no cejaría en su empeño.

La guerra no cesaría hasta que Enrique casó con María de Bulgaria, hija del anterior zar Kaloján, en 1216. Pero el 11 de junio muere repentinamente, y según parece, envenenado por su esposa María de Bulgaria. Sin descendencia, es sucedido por su cuñado Pedro II de Courtenay.

La regencia recayó en manos de Yolanda de Flandes, la esposa de Pedro, y hermana de los anteriores emperadores. Pedro no llegaría a gobernar jamás. En el momento en el que es elegido, se encontraba luchando contra el déspota de Epiro Teodoro Comneno Ducas, y es capturado.

Yolanda gobernó en solitario. Durante sus dos años de reinado logra aliarse con los búlgaros y establecer la paz con Teodoro Láscaris al casar éste con su hija María de Courtenay. En 1219 fallece y es sucedida por su segundo hijo, Roberto, ya que el primogénito rechaza el trono.

Con Roberto de Courtenay comienza el declive del Imperio Latino. Si antes los francos controlaban gran parte de la actual Grecia, durante su reinado se perdió gran parte del territorio consolidado por su tío Enrique de Flandes. La primera pérdida fue el reino de Tesalónica.

Roberto de Courtenay, ineficaz emperador,
según el "Promptuarii Iconum Insigniorum".
Durante su reinado se perdería el reino
de Tesalónica.

Teodoro Comneno Ducas invadió la ciudad de Tesalia en 1221, tomando el control de todo el reino en 1224, hasta ahora bajo el mando de la familia Montferrato. Poco pudo hacer Roberto, pues estaba luchando en el sur contra el Imperio de Nicea.

En este frente no tuvo mejor suerte. Los nicenos se hicieron con gran parte de la costa asiática, ahora controlada por Teodoro Láscaris. Pero la cosa se puso aún peor con la muerte de Teodoro. Sin descendencia masculina, el trono de Nicea pasó a su yerno Juan III Ducas Vatatzés.

Juan Vatatzés, casado con una de las hijas de Teodoro Láscaris, Irene Láscarina, cruza a Europa y toma Adrianápolis, disputada a su vez por Teodoro Comneno de Epiro. Dejando a un lado las disputas griegas, vamos a centrarnos en la situación de los latinos.

El emperador niceno Juan III
Ducas Vatatzés, yerno de
Teodoro Láscaris.

El Imperio se halla en una situación crítica: se han perdido los territorios de Anatolia; la mayor parte de Grecia está en manos de Juan Vatatzés, que rodea a unos latinos refugiados prácticamente en Constantinopla y en la península del Peloponeso.

Roberto pide ayuda al rey de Francia, Luis VIII el León, pero está ocupado con los preparativos de la cruzada contra los albigenses. Denostado y sin credibilidad ante los suyos, decide huir a Roma ante el papa. Éste le ordena regresar pero muere de una enfermedad de camino.

Estamos en 1228. Roberto, temiendo por su seguridad, huye a Roma pero se le ordena regresar. Durante una escala en Morea fallece de una enfermedad. En vista de la situación sube al trono Balduino II, hermano menor de Roberto e hijo de Yolanda y Pedro de Courtenay.

Balduino II solo tiene 11 años, así que los barones franceses eligen como regente durante su minoría de edad a Juan de Brienne, hábil diplomático y experimentado cruzado y rey titular de Jerusalén, que gobernará como co-emperador latino hasta su muerte en 1237.

Juan de Brienne, emperador
regente de Constantinopla
hasta su muerte en 1237.

Para entonces el Imperio Latino se circunscribe a Constantinopla y su comarca. Juan inicia una campaña contra Nicea de escasos resultados. En 1235 Juan Vatatzés e Iván Asen II firman un tratado para repartir los restos del imperio. De este modo los búlgaros se quedan con Tracia.

Los nicenos se apropian de Galípoli, y comienzan a concentrar tropas para asediar Constantinopla. A pesar de que los latinos estaban en inferioridad de número, Juan de Brienne logra rechazar todos los asaltos, y con la ayuda de la flota veneciana los griegos se retiran.

Asedio a Constantinopla.

Habían ganado el primer asalto. En 1237 Balduino II ya cuenta con 20 años y asume el gobierno, pero apenas controla Constantinopla y las arcas están vacías. Inicia un viaje por Europa para pedir dinero a las principales cortes: Roma, Francia, Flandes...

La situación económica era tan grave que hasta se vio obligado a vender la corona de espinas de Cristo. Pero su llamamiento dio resultado. Y el papa Gregorio IX convoca la llamada "Cruzada de los barones" de 1239. Con la ayuda de estos caballeros, sitia y toma Tzurulum.

Este importante bastión controlaba las rutas comerciales a Constantinopla. Pero este éxito inicial no frenó lo inevitable. Vatatzés siguió sometiendo las ciudades de Asia Menor. Balduino, incapaz, empeñó a su hijo mayor Felipe a la Serenísima para obtener fondos.

La agonía terminaría pronto. Pero para eso hay que ver lo que estaba sucediendo en Nicea. Recordemos que Teodoro Láscaris reclamaba el trono. A su muerte le sucede su yerno Juan Vatatzés. Ahora entra en juego otra familia que reinará en Constantinopla hasta 1453: los Paleólogos.

Miguel VIII Paleólogo tenía una carrera fulgurante. Pronto se haría con el poder, primero como déspota y después como co-emperador de Nicea. No quiero entrar en detalles, pues el hilo ya es bastante largo y esto da para otra historia. El hecho es que desplazó a Juan IV Vatatzés.

Miniatura de Miguel VIII
Paleólogo, quien reconquistó
Constantinopla en 1261.

Una vez instalado en el poder tras su nombramiento como co-emperador en 1259, inició el asalto final. En 1260 se alía con los genoveses para estudiar y planear su ataque. Hasta ahora todos los intentos habían sido fallidos. Pero en julio de 1261 se presenta una oportunidad.Los latinos están ocupados asediando la ciudad de Dafnusia, dejando Constantinopla desprotegida. En la noche del 24 al 25 una pequeña fuerza de Alejo Estrategopoulos guiada por unos campesinos entran a la ciudad por la Puerta de Selimbria y abren las puertas de Constantinopla.

La noticia fue tan sorprendente para Balduino II, que huye de la ciudad en cuanto se entera, como para Miguel Paleólogo, que estaba durmiendo en Nicea. El 15 de agosto Miguel VIII hace su entrada triunfal, reconquistando Constantinopla y restaurando el Imperio Bizantino.

Vista de Bizancio.

Así concluye la historia del Imperio Latino, nacido con la coronación de Balduino un 16 de mayo de 1204 al calor de la Cuarta Cruzada y finalizado con la conquista de Constantinopla en aquella noche del 25 de julio de 1261.