La reina Urraca de León.

«La reina Urraca I de León»
por Carlos Múgica y Pérez.
Óleo sobre lienzo (1857).

Nacida en 1081, fue la hija primogénita de Alfonso VI. Su madre fue Constanza de Borgoña, su segunda esposa. Como futura heredera al trono hasta no nacer el ansiado varón, fue educada por Pedro Ansúrez en las disciplinas liberales, la equitación, la caza y a dirigir el ejército.

A los seis años de edad fue prometida al conde Raimundo de Borgoña, hombre mayor en años que ella, y en 1093 contrajeron matrimonio. Fruto de esta relación nacerían dos hijos: Sancha y Alfonso, quien reinaría como Alfonso VII (apodado «el Emperador»).

En 1096 les fue concedido el reino de Galicia, y a mi otra hija Teresa y a su marido Enrique (pariente de Raimundo) el condado de Portugal. Pero en septiembre de 1107, gravemente enfermo, Raimundo falleció en Grajal en presencia del rey, de su esposa y del obispo de Santiago.

En 1108 el heredero Sancho es muerto en la batalla de Uclés contra los almorávides. Sin posibilidad de tener un heredero varón, Alfonso VI reconoce los derechos de su hija al trono. Viejo y cansado, abandona este mundo en julio de 1109 y Urraca es proclamada reina de León.

Ese mismo año de 1109 fue desposada con el rey de Aragón, Alfonso I el Batallador, para evitar rivalidades entre los nobles castellanos y leoneses, pues los intereses de Urraca estaban en el conde Gómez González, cabeza de la familia de los Lara.

Este segundo matrimonio duraría muy poco: Urraca y Alfonso nunca se quisieron y no se llegaron a entender (parece que fue una relación violenta). La nobleza y el clero también se opusieron a este enlace, y no dudaron en usar las armas contra Alfonso.

Se inició un periodo de enfrentamiento y guerra civil en la península entre los partidarios de la reina Urraca y los de Alfonso el Batallador. Finalmente el matrimonio fue anulado y Alfonso repudió a Urraca pues mantenía relaciones con Gómez González y Pedro González de Lara.

Según las crónicas del siglo XII, fue Urraca quien tomó la decisión: «E entonçes la reina, avido su consejo con los suyos, deliberó façer diborçio e separación del marido; e tornóse a León». Tras el fracaso del matrimonio, Urraca gobernaría en solitario el reino.

Miniatura medieval de la reina
Urraca en el Tumbo A de la
Catedral de Santiago de
Compostela (s. XIII).

También desbarató las maniobras de su hermanastra Teresa para proclamar a su hijo Alfonso Enríquez (Alfonso I de Portugal) rey. Y si fuera poco habría que sumar los ataques almorávides, logrando repeler en ocasiones el avance musulmán, aunque se perdería la frontera con el Tajo.Durante los siguientes años centraría sus esfuerzos en someter a los rebeldes en Galicia y a recuperar parte de su reino que estaba en manos de Alfonso. Para ello cedió el gobierno de Toledo a su hijo Alfonso Raimúndez, debilitando a los rebeldes al perder la custodia del joven.

Los enfrentamientos con su ex marido, con su hermanastra y con los almorávides no dejarían de suceder en los años venideros. Así lanzaría numerosas campañas militares en Galicia, Castilla, Toledo y el Ebro. No por nada recibiría el apodo de «la Temeraria».

Moriría un 8 de marzo de 1126 en el castillo de Saldaña dando a luz. Su cuerpo fue trasladado a León y enterrado en el Panteón de Reyes de San Isidoro.

Y aquí concluye la vida de la primera reina medieval española, una mujer enérgica, indomable y excepcional para su tiempo.

Fuente:

- Real Academia de la Historia.